La importancia de cuidar ancianos

01 Jul La importancia de cuidar ancianos

Los ancianos no siempre cuentan con personas de su familia disponibles o dispuestas a cuidarles. La última etapa de la vida tras la jubilación es de las más tranquilas, pero también puede convertirse en la más delicada y problemática si no se cuenta con ayuda.

Pero aunque hay ancianos que llevan su autonomía con eficacia y viven solos, otros no presentan la misma capacidad, tienen enfermedades crónicas o han ido perdiendo facultades por el mero hecho del trascurso del tiempo.

Las familias no siempre cuentan con recursos económicos o plena disponibilidad para adoptar el cuidado integral de un anciano. Por eso son ellos quienes solicitan esta prestación que da el Estado mediante los organismos dedicados a ello. Otras familias en cambio, deciden ingresar a sus mayores en residencias en régimen completo. 

La sociedad es consciente de la vulnerabilidad de buena parte de la población considerada tercera edad. Los problemas que plantea el cuidado de ancianos son abordados desde la Administración y existen planes de atención para ellos, sobre todo los que tienen precariedad, discapacidad o sufren enfermedades crónicas que precisan atención sociosanitaria.

En este sentido resulta importante resaltar que no todos están dispuestos a recibir esta ayuda aunque la necesiten, pero los que sí la aceptan, pueden ser atendidos en una residencia de ancianos o recibir asistencia a domicilio. En ambos casos son atendidos de acuerdo a la evaluación de los geriatras, que les hacen un chequeo y analizan sus circunstancias, a partir de lo cual se establece el plan a seguir en cuanto a cuidados, tratamiento curativo y también compañía y ocio que les permita sentirse bien atendidos.

Este servicio depende de las Comunidades Autónomas y/o los ayuntamientos, que inmersos en un plan del organismo de salud que recoge atención sociosanitaria, ofrece asistencia a ancianos entre otros colectivos afectados por discapacidades por enfermedad, psíquicas o sensoriales. Las personas mayores y los niños son los segmentos de población más sensibles cuando carecen de las atenciones mínimas, de manera que reciben por parte de la Administración la ayuda que les permite mejorar su calidad de vida.

Cuando un anciano es ingresado en régimen de residencia, temporal o no, se puede decir que vive en su domicilio pero pasa la mayor parte de su tiempo en un centro habilitado para que esté perfectamente atendido en todas sus necesidades.