Pautas para las primeras visitas en una residencia de ancianos

La  situación a la que nos  hemos enfrentado es una situación sin precedentes en todo nuestro país y en gran parte del resto del mundo. La peligrosidad del COVID-19 para nuestros ancianos (con una mortalidad impresionante) obligó a todas las residencias a cerrar a cal y canto sus puertas para evitar el contagio.

Tras la desescalada se han ido abriendo pero siempre teniendo en cuenta que la población que habita en ellas es de riesgo, por ello las medidas de seguridad deben ser constantes y no permitirse ninguna clase de laxitud u olvidos.

Sobre todo se hace especial hincapié a las visitas de familiares, que tiene contacto con el exterior en trabajos, transporte, ocio… Es inviable mantener un distanciamiento de estos por más tiempo ya que tanto los  ancianos como los familiares necesitan verse.

Estas son algunas de las pautas y de las medidas que se han ido tomando en las residencias según avanzaban las fases.

1- Las visitas quedan reducidas a una vez por semana. Estas deberán programarse previamente entre los familiares y el centro. Sobre todo se hace especial hincapié en que se eviten las visitas si el familiar tiene alguna posibilidad de infectarse. Todas aquellas personas que presenten síntomas, que trabajen con personas infectadas (y no se hayan realizado la prueba) o que hayan estado en contacto con alguien es recomendable que primero pasen un periodo de cuarentena antes de visitar a los ancianos.

2- Las personas de la residencia que estén en los grupos de riesgo (mayores de 70 años, con graves trastornos respiratorios) es preferible que no reciban visitas o que lo hagan en un entorno controlado (por ejemplo con una pantalla o cristal por delante).

3- Las visitas serán de un máximo de una hora y en una zona habilitada exclusivamente para estas. De esta forma se evita (en caso de que suceda) la exposición de todo el centro al COVID-19. Estas visitas, en la medida de lo posible, deberán realizarse en el exterior, siempre que las condiciones ambientales lo permitan.

4- Todos los familiares que vayan a visitar a sus ancianos deberán llevar las medidas de seguridad pertinentes (mascarilla); de no ser así no podrán acceder al centro. Una vez dentro encontrarán a su disposición gel hidroalcohólico para sus manos que deberán aplicarse tanto al salir como al  entrar en la zona de la residencia de ancianos habilitada para las visitas.

5- Se recomienda evitar el contacto físico con los residentes en la medida de lo posible. Aunque estos hayan pasado el virus con éxito, no existen estudios todavía (dada la novedad del virus) que indiquen que los anticuerpos no desaparezcan con el tiempo.

6- Los paseos y desplazamientos están desaconsejados en los espacios públicos, salvo que estos sean terapéuticos y siempre en compañía de un profesional del centro y con las medidas adecuadas.

7- Se recomienda no traer objetos, bebidas o alimentos del exterior para dárselas a los ancianos ya que no se sabe si estas pueden estar infectadas.

8- En caso de haber realizado una visita y en los días posteriores tener síntomas se insta a los  familiares para que informen al centro. De esta manera podremos proceder a realizar las acciones oportunas, hacer las pruebas, poner en cuarentena a todo aquel que haya podido ser susceptible de contagio, etc.

9- Se ruega a los familiares acudan al personal de la residencia con cualquier duda que tengan acerca del protocolo y las pautas a seguir, así como para pedir asistencia psicológica si lo desean (no debemos olvidar que muchos de ellos, dados sus trastornos, no entienden porqué se les ha confinado o por qué se debe mantener una distancia y unas medidas de higiene).

10- Habrá espacios habilitados de entrada y salida de los familiares, de esta forma no se producirán aglomeraciones junto con los horarios de visita diferenciados.

Se ruega que todas las visitas cumplan estas pautas como medio para preservar no solamente la salud de su familiar sino la del resto de residentes y la del personal sanitario.