La importancia de cuidar ancianos

13 Ago La importancia de cuidar ancianos

“Los abuelos deberían ser para siempre” Así dice una de las más famosas  frases que circula por las redes sociales de todo el mundo. Y no hay mayor verdad, los ancianos son un tesoro que hay que cuidar, y no solamente para sus nietos.

Con el aumento de la  esperanza de vida cada vez  son más las personas que llegan a edades avanzadas. pero también son más los trastornos que el organismo sufre. Con el paso de los años nuestro cuerpo y nuestra mente van perdiendo habilidades.

En la antigüedad, muy pocos eran los adultos que superaban los cincuenta años. Las guerras,el hambre, las enfermedades hacían muy difícil  llegar a anciano. por lo tanto enfermedades como la demencia o Alzheimer se veían muy poco.

El desgaste es más acusado cuantos más años tenemos. El aumento  de las tasas de vida y la reducción de la natalidad en un futuro no muy lejano provocará que seamos una sociedad envejecida. Por lo  tanto habrá una gran mayoría de gente anciana a la que habrá que cuidar. El cambio demográfico por lo tanto no solamente afectará a los ancianos sino a toda la sociedad en su conjunto.

Los trastornos en la salud, las limitaciones funcionales como la movilidad o los trastornos del estado  de ánimo como la soledad son algunos de los aspectos que influyen negativamente en la salud mental de nuestros mayores.

Se ha demostrado que una buena salud es un factor de protección muy importante a la hora de prevenir o frenar el resto de enfermedades asociadas a la edad. El número de personas que viven solas a partir de los 40 años ha ido creciendo a la vez que lo hacía la aparición de enfermedades crónicas. De esta forma ha quedado demostrado que es esencial el apoyo social como factor de bienestar y factor preventivo.

El gran ajetreo de las ciudades y a veces los horarios imposibles en los trabajos hacen que algunas familias no sean capaces de prestarle la atención suficiente a sus mayores. En otras ocasiones el  desconocimiento sobre enfermedades o un correcto cuidado y trato hacia ellos hace que se produzcan situaciones de estrés, presión y angustia que muchas veces afecta también al resto del núcleo  familiar. Por lo tanto una correcta temprana preparación en el cuidado a mayores será la clave de una larga y feliz convivencia.

Puesto que en casi todas las enfermedades derivadas de la edad cuanto más precoz sea su diagnóstico más oportunidades tendremos de frenar el desarrollo de esta y de paliar sus efectos.

En muchos casos las quejas de los ancianos por desconocimiento se tildan de “achaques de la edad” o de intentos para llamar la atención. Lo cual desemboca desgraciadamente en un diagnóstico tardío de la dolencia.

Es importante prestar atención a dos aspectos básicos del cuidado de los ancianos:

La salud física. Puesto que si nuestro anciano está en buenas condiciones, será más difícil que se caiga o contraiga neumonías, a veces fatales en una edad avanzada. Una buena forma física implica menos riesgo de caídas y una recuperación más rápida. además de otorgarle una mayor independencia.

La salud mental es otro de ellos, estar pendiente de posibles olvidos, despistes, desorientaciones, o necesidades de cariño y atención. Aunque nuestro anciano no se pueda mover libremente como todo ser humano necesita que lo escuchen y valoren.

Un anciano feliz y satisfecho tendrá más energía y ganas  de luchar por vivir,y nosotros tendremos la suerte de poder compartir toda la sabiduría y amor que albergan.

Y,finalmente, y como una razón indiscutible, todos llegaremos a ser ancianos algún día. Non os gustaría a ninguno convertirnos en un mueble al que dejan en una silla y que solamente alimentan a base de pastillas. Por lo tanto procuremos que el cuidado y atención de estos sea lo más importante. Y desechar finalmente el estigma de que hacerse mayor implica hacerse prescindible.

Puesto que pasa con todo, las cosas cuanto más las cuidemos más duran y en mejor estado se encuentran. Cuanto antes empecemos a cuidar a las personas mayores en mejores condiciones llegarán a una edad avanzada.