01 Nov ¡Cuidado con las temperaturas otoñales!
La llegada del otoño es uno de los principales desafíos para la salud de cualquiera. Sin embargo, en el caso de las personas mayores, la importancia es todavía más notable. La bajada drástica de las temperaturas, el hecho de que anochezca antes de tiempo y las notables diferentes de temperatura entre la mañana y la noche son algunos de los factores que provocan que en esta época del año tengamos que extremar las precauciones, en el caso de que no queramos poner en riesgo nuestra salud.
Hemos reunido una serie de consejos que convertirán este otoño es una época tranquila, en la que los problemas de salud no tendrán ningún tipo de impacto en tu cuerpo. Se trata de diferentes manera de abordar una de las épocas más complicadas por la naturaleza que representan.
Abrígate siempre
Pese a que el otoño es la época en la que siempre pensamos que con un suéter o un jersey puede ser suficiente para satisfacer las necesidades que tiene nuestro cuerpo para protegerse de las bajas temperaturas, la realidad es que no siempre es así. Dependiendo de la comunidad autónoma, es habitual que durante el otoño se experimenten las primeras bajadas fuertes de temperatura, provocando la aparición de los primeros catarros.
Uno de los mejores consejos que podemos ofrecer es que siempre trates de ir lo más abrigado posible. Siempre, por supuesto, adecuándote a las necesidades del espacio exterior. No en vano, las manos, el cuello y los pies es conveniente que reciban una atención extra. Son zonas especialmente sensibles a las que siempre hay que atender.
Utiliza cremas hidratantes
Con las temperaturas más bajas, es normal que la piel se reseque más de la cuenta. Es bastante habitual que nuestra piel comience a presentar rojeces o zonas blancas que necesiten ser cuidadas con extremo cuidado. Uno de los mejores recursos para ello es atender, en la medida de lo posible, a las señales que nos está mandando nuestro cuerpo.
Sin embargo, en contra de la creencia general, es conveniente que tengamos en cuenta que cuando aparecen las primeras señales de nuestro cuerpo, en la mayoría de los casos ya es tarde y el daño ya está realizado. Si trabajamos con un poco de prevención, en la que vayamos cuidado nuestro cuerpo antes de que comiencen las señales, podremos garantizar su correcto comportamiento.
Apóyate en la alimentación
No hay mejor forma de cuidar de nuestra salud que convirtiendo a la alimentación en nuestra gran aliada (más información: La importancia de la alimentación en la tercera edad). En este sentido, conviene destacar el importante aspecto positivo que alimentos tales como los caldos o las sopas, o cualquier otro plato de cuchara que pueda servirse caliente, puede provocar en nuestro organismo.
Especialmente con la llegada del otoño, y con el objetivo de preparanos de cara al invierno que está por llegar, es más importante que nunca apoyar nuestras necesidades alimenticias en en este tipo de platos que pueden tener un importante aspecto positivo en nuestro organismo.
Actividad física
Del mismo modo que la alimentación requiere de unos cuidados específicos en esta época del año, también es importante destacar que la actividad física puede ser el mejor recurso para preparar a nuestro organismo y convertirlo en todo lo necesario para que pueda preparase para una de las temporadas del año más complicadas en materia de salud.
Ejercicios tales como salir a pasear durante una hora al día, realizar alguna actividad en el gimnasio o cualquier otro ejercicio que pueda convertir nuestra actividad diaria en la mejor herramienta para combatir cualquier posible problema que pueda ir surgiendo en nuestra salud.
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