Consejos para la mudanza a una residencia de mayores

El traslado de personas mayores a una residencia nunca es tan simple como nos gustaría. Y es que no se trata tan solo de realizar la mudanza, es muy importante ayudarle a que su adaptación sea lo más serena posible.

Todos sabemos que puede llegar a ser triste o incluso doloroso pero en ciertas ocasiones, cuando viven solos se enfrentan a muchos peligros y a una vida triste sin compañía. A menudo, los familiares, ya sea por motivos de trabajo u otras responsabilidades, no pueden dedicarles el tiempo que le gustaría, por lo que indudablemente, dónde mejor se encuentran nuestros ancianos es en una residencia como nuestra residencia de mayores en Madrid: nos encargaremos de darle cariño, atención y todos los cuidados que necesiten.

No vamos a negarlo, por nuestra dilatada experiencia sabemos que es una de las decisiones más difíciles que las familias tienen que tomar cuando tienen personas mayores a su cargo.

Nuestros consejos para llevar a cabo una mudanza a una residencia de mayores

1- Lo primero de todo es hablar con el anciano. A la hora de hacerlo no se lo cuentes como si la decisión ya estuviera tomada: debes tratar de que él entienda que sería beneficioso para su bienestar y su salud, así como destacar las ventajas de que esté allí.

2- Otro consejo es intentar que su nueva habitación les recuerde a la suya ya que esto hará que se sientan cómodos. Quizás puedes traerle el cojín de su cama, una fotografía que suela tener en la mesilla….

3- A la hora de trasladar el anciano a una residencia, hay que intentar ser lo más empático posible con él. Dejar un hogar es emocionalmente difícil y reducir o prescindir de una vida de posesiones (y de recuerdos) es complicado.

4- Puedes enseñarle distintas opciones para que el escoja la que más le agrade y no sienta que no ha tenido voz ni voto en la decisión final que, al fin y al cabo, a quién va a afectar es a él.

5- Ponte en su lugar: probablemente en algún momento te toque vivir esta decisión en tu propia piel. Piensa en eso y intenta tener toda la diplomacia y la discreción que te gustaría recibir, si estuvieras en su situación.

6- Haz especial hincapié en que en su nuevo lugar de residencia encontrará personas de su misma edad con las que le será mucho más fácil congeniar. Seguramente muchas compartan sus gustos y aficiones, por lo que podrá entretenerse mucho más que si fuera cuidado por un familiar.

7- Pero sobre todo, lo más importante es que no se sienta abandonado. No deje de visitar a tus mayores, una vez que estén en la residencia; tampoco es recomendable que la primera semana vayas todos los días y a las dos semanas no consigas sacar tiempo para ir. Evidentemente al principio es cuando más va a necesitar el apoyo de los familiares pero cuidado con desentenderse al cabo del tiempo.