Las ventajas de contar con especialistas que cuiden de nuestros mayores

Cuando llegamos a la tercera edad, es probable que necesitemos más dedicación que cuando éramos jóvenes, cuidados especiales (si tenemos enfermedades que nos impiden gozar de nuestra autonomía) y mucha compañía ya que la mayoría de nuestros conocidos van desapareciendo.

Pero pasa que en muchos casos no queremos admitir que necesitamos ayuda de alguien, ya sea porque nunca la hemos necesitado y no sepamos cómo o porqué nuestra familia no tenga  toda la disponibilidad que quisiera para poder atendernos.

Y es que, en muchos casos, no podremos contar al 100% con nuestras familias (tendrán cosas que hacer como acudir al trabajo, ir a la escuela o universidad, hacer la compra e, incluso, tener vida de ocio). De vivir solos, no podremos tener visitas diarias o nos encontraremos con imprevistos que complicarán nuestra independencia. 

El sentimiento de inseguridad y soledad son de los más comunes. Nuestros mayores no se sienten respaldados a todas horas y pasan muchas de estas viendo la televisión, leyendo o durmiendo porque no tienen otro entretenimiento. Los familiares, por el contrario, se sienten colapsados, quieren intentar hacer todo por los mayores, sienten que no llegan o que dejan de hacer parte de sus vidas. La culpabilidad se apodera de muchos de ellos.

Frente a situaciones de este tipo, lo más conveniente es contar con profesionales capacitados que cuiden de las personas mayores.

Atención personalizada

Cuando decidimos contar con un profesional del cuidado, sabemos que le va a ofrecer atención personalizada a nuestro  anciano. Y es que su principal trabajo va a ser atenderlo.

Son especialistas en el área, por lo tanto podremos estar seguros de que estarán preparados para reaccionar ante cualquier posible situación que se les presente. Algo muy importante en ictus, infartos o caídas que nuestros ancianos tienen más probabilidades de tener.

Independencia

Gracias a que cuentan con una persona que les puede ayudar en sus tareas y cuidados, pueden seguir manteniendo su independencia, cosa que no pasaría si no tuviesen un profesional y la familia se viese desbordada. En esos casos lo que suelen hacer es ingresar al anciano en una residencia de mayores.

No les hace sentir como personas “dependientes” (la mayoría de los ancianos suele tener un gran sentido del orgullo), ya que suponen que después de trabajar toda una vida para ganarse las cosas que poseen, ahora es momento de disfrutarlas.

Medicamentos tomados de  forma correcta

Se encargan de la toma de medicamentos. Muchos de nuestros ancianos con la edad empiezan a perder la memoria y los medicamentos para ellos son una constante en su vida, aunque no tengan una patología grave.

Los profesionales estarán pendientes de cada toma ya que se encuentran a diario horas con el anciano. En muchos casos no es lo que pasa con las familias, que se tienen que ir corriendo por las mañanas y que vuelven prácticamente de noche. 

Así nos aseguraremos de que toman la cantidad adecuada y cuando les toca para que mantengan su bienestar.

Compañía al salir

Tiene compañía a la hora de salir de casa. No solamente están pendientes de su medicación o de hacerles compañía en la residencia, sino que además les acompañan al salir, para acudir a citas médicas, dar un paseo, etc.

Cuando se encuentran solos, en muchas ocasiones les invade la apatía y deciden no bajar ya sea porque les cueste más trabajo que antes subir escaleras, andar o porque tengan miedo de que les pase algo si se encuentran solos. 

Será muy normal ver neveras vacías y que con el tiempo dejen de comer de forma saludable porque, además de no bajar, les dé pereza cocinarse para ellos solos.