La necesidad de la rehabilitación física para los ancianos

Es conocida la pérdida paulatina de actividad física en la última etapa vital porque la edad repercute en la disminución del grado de habilidad en ciertas funciones. Pero, si el mayor sufre algún tipo de discapacidad física, sensorial, cognitiva o social que acelere este proceso y lo convierta en una desventaja evidente, su calidad de vida y bienestar se ven claramente comprometidos.

Por eso, desde los programas activos de atención sociosanitaria, se contemplan a su vez acciones dentro de los equipos multidisciplinares, encaminadas a la rehabilitación física de los pacientes afectados objetivamente.

Los especialistas en geriatría se ponen de acuerdo en afirmar que la recuperación física es un conjunto de medidas coordinadas que contemplan el aspecto médico y sanitario del anciano con dependencia o no. Con estas medidas se persigue que los ancianos vean disminuidos los efectos de las lesiones que puedan estar sufriendo como las que provocan las incapacidades y minusvalías. Con ellas intentan producir la recuperación funcional del paciente para que se reintegre mejor a sus actividades diarias con más autonomía dentro de lo que sea posible hacerlo.

El deterioro funcional que acompaña a la vejez puede ser retrasado mediante ejercicios de rehabilitación proporcionados y coordinados por los técnicos especialistas. Tanto en los casos de asistencia a domicilios como en los centros de internamiento de los ancianos, ocasionales o permanentes.

Al poner el foco en combatir la incapacidad, se ralentizan los procesos de avance de la enfermedad y se fomenta la máxima movilidad posible, evitando las posibles complicaciones a las que están expuestos los ancianos con problemas añadidos a la edad. Todo ello da como resultado un avance sintomático en querer preservar la dignidad de las personas, algo que caracteriza a las sociedades modernas.

Las sesiones deben ser cortas, creando una atmósfera razonable y que consiga la cooperación del mayor. Que le abra a la conciencia de que la rehabilitación física es algo beneficioso para él y le estabiliza, cuando no le mejora objetivamente aumentando la autonomía y el retraso de que aparezcan nuevos deterioros físicos limitantes.

Es por tanto la fisioterapia geriátrica es una disciplina que cubre esta actividad terapéutica, encaminada a lograr mayor calidad de vida y bienestar en los sujetos que la reciben, bien sea a domicilio o en una residencia de mayores. No requiere de grandes esfuerzos por parte del paciente, dado que muchos de ellos no tienen la suficiente movilidad, pero este tipo de atención contribuye a evitar complicaciones que continúen afectando al individuo y para mal.