La importancia de ir a visitar a nuestros mayores en la residencia

Internar a nuestros mayores es una de las decisiones más difíciles que tendremos que tomar. Con el aumento de la longevidad, también aumentan los problemas asociados a la tercera edad.

Es por esta razón que cada vez son más las personas en edad avanzada que necesitan la ayuda de una residencia como la nuestra. Y es que el cuidado en sus casas se ha vuelto imposible, debido a horarios o que necesitan atención las 24 horas diarias. Pero internarlos, no significa perder el contacto ni mucho menos. Es ahora cuando vuestros mayores necesitan toda vuestra atención: las familias tienen un papel fundamental para conseguir que se integren de forma adecuada en una residencia.

Tendréis que proporcionarles todo el afecto y el cariño que hasta ese momento recibían en su domicilio. Un cambio de tal magnitud no solo implica mudarse de vivienda sino que, en gran parte, se sienten relegados de su vida anterior.

Estará en vuestras manos el hacer que la transición sea lo más llevadera posible, dándoles a entender que el hecho de estar en una residencia no implica “deshacerse de una carga” sino una mejor opción para su bienestar y salud.

¿Cuál es el papel de la familia ahora?

Aunque en nuestra residencia de ancianos en Madrid haya profesionales de la salud las 24 horas, el papel de los familiares es imprescindible. Además de proporcionarles afecto, también colaborarán en actividades y en el cuidado de sus mayores.

El vínculo con la familia es indispensable, los lazos que se han formado a lo largo de los años hacen que sea mucho más sencillo detectar aspectos vulnerables de su tratamiento, exigencias o quejas que no se atrevan a transmitir al personal.

Son el mayor vínculo que tienen con su vida anterior y les ayudan a ver que no han perdido esa parte significa, que la residencia solo es un lugar más y no un estado definitivo de ruptura con su vida anterior. Muchos ancianos sufren bajones emocionales o depresiones al verse internados, sin embargo el cariño de sus familiares es un factor clave para paliar estos estados anímicos.

En mayores con problemas de memoria,  demencias o Alzheimer es fundamental el contacto tanto con familiares como con personas de su pasado, ya que a través de las visitas podrán recordar eventos, cumpleaños o preguntar por conocidos. La memoria a largo plazo es aquella que se refiere a hechos de un pasado remoto. Los profesionales también trabajan en ella pero es mucho más sencillo tener una persona, un lugar u objeto asociado a ese evento. Es decir, para nuestros mayores será mucho más sencillo recordar la graduación de su hija si hablan con ella y comparten recuerdos, a tener que generar un recuerdo por sí mismos frente al profesional. Estas conversaciones les ayudan a mantener en buen estado la memoria a largo plazo. Además de servir como escape a la rutina del centro y y fuente de novedad.

Además les aporta beneficios a nivel fisiológico ya que con los familiares pueden salir, pasear o hacer alguna de las actividades de la residencia. Todos sabemos que no es lo mismo hacer una actividad con algún profesional a hacerla con algún familiar.

Por lo tanto, además de servir de apoyo emocional, ser un punto clave de transición y de ruptura de la rutina, de ser generadores de afecto y mejorar su estado de ánimo, los familiares también influyen positivamente en el mantenimiento de sus capacidades cognitivas y fisiológicas. 

Desde la Residencia Avenida San Luis siempre recomendamos aprovechar al máximo las horas de visitas disponibles y todas las actividades que se pueden hacer con los familiares ya que, además de ayudarles a ellos para nosotros, no habrá nada más hermoso que ver a nuestros padres o abuelos con la cara iluminada y totalmente felices al vernos aparecer por la puerta.