¿Por qué hay que establecer un hogar para las personas mayores?

Siempre buscamos la comodidad para nuestros seres queridos y a veces nos toca trasladarlos varias veces de un sitio a otro. Sin embargo, el tener que cambiarlos continuamente de hogar, les puede afectar sin darnos cuenta. Pueden empezar a sentirse inseguros, sin autonomía, como una carga o directamente les puede afectar en su estado anímico o de salud. No pueden tener una rutina o un espacio propio y depender de alguien (ya sea de sus hijos, o de la persona que les cuidan) les incomoda.

La integración social es otro punto importante que no se debe olvidar. Cuando se cambia de hogar muy a menudo, también se cambia de ambiente y de personas que, si son desconocidas, puede complicar el integrarse y generar una sensación de soledad.

Si hablamos de traslados  grandes, puede que también sea necesario que cambien de médico y eso puede causar una mala comunicación a falta de conocimientos previos del historial de la persona mayor.

Según un estudio de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG)

El 0,6 % de las personas mayores dependientes cambia de domicilio con cierta frecuencia.

El 30% de las personas mayores de 65 años viven con sus hijos.

El 34% de estas personas no tienen dependencia de sus hijos

El 37% de los ancianos tienen una dependencia leve

El 14% tienen una dependencia moderada

El 15% sufre una dependencia grave.

Ayudar a los ancianos no es imposible, solo tenemos que entenderlas y saber lo que quieren. Es fundamental crear un vínculo y que formen parte de la familia, que se sientan queridos y no un peso o una molestia. Crear tareas diarias que formen una rutina y se sientan útiles en el hogar es imprescindible. Que hagan actividades que les haga felices y no piensen que estén solos.

Si no es posible darles un lugar de larga duración, la mejor opción sería llevarlos a una residencia de ancianos. En la Residencia Avenida San Luis, nuestros mayores se acostumbran en seguida y nosotros no podemos no cogerles cariño. Con nosotros, los mayores se sienten seguros y autónomos gracias también a la compañía de sus coetáneos. En nuestra residencia, además, pueden entretenerse con  las numerosas actividades que organizamos cada día; y finalmente las visitas de la familia forma gran parte de su felicidad.